Jardín vecinal diseñado por Iván, en un espacio aterrazado en la calle Sabadell.
Iván está siendo nuestro aliado en este proyecto de Sendas ocultas, el nexo de unión entre los jardineros vecinales y nuestro colectivo. Como buen poblador del espacio público predica con el ejemplo. Así nos cuenta cómo se inicio es el mundo de la fotosíntesis
“ La segunda etapa del jardín surge en noviembre de 2016. Por entonces no vivía en el poblado pero venía habitualmente a visitar a mi familia y me daba pena ver que lo poco que quedaba de lo que 25 años antes había plantado mi abuela (ella sí que es una pionera de la jardinería vecinal de guerrilla) estaba prácticamente seco o engullido por la hiedra y convertido en algo así como un pipican para los perros. Así que decidí, tras hablarlo con mi tío que, junto a nuestro vecino Fernando, es quien me ayuda con el mantenimiento, iba a recuperar lo que había. Luego se me ocurrió plantar un pequeño árbol y después llegó todo lo demás.
Por resumir, lo que comenzó como un homenaje a mi abuela (que lo es y lo será) se ha ido trasformando en un jardín vecinal extensivo o expansivo y también compartido, ya que algunas de las últimas especies que hemos plantado, con algo más de criterio y conocimiento, nos las han ido regalando algun@s vecin@s. Gracias a la jardinería vecinal y a recuperar la calle como si fuese una prolongación de casa, he ido conociendo a nuevos y veteranos vecinos con los que coincido en el jardín y charlamos un rato”.
*Fotografías de Bego Solís.
Pieza de KLEOS:
Antropoloops + Nomad Garden